Sendero

He hecho algunos cambios en mi blog, bueno, gracias a la ayuda de un amigo, porque yo todavía no estoy muy puesta en esto.

No estaba a gusto con el color rosa que tenía como plantilla. No me identificaba con ese color, tal vez sea por el momento que estoy pasando, precisamente no es de color de rosa.

He incluído la frase que define el blog y otra frase que me define a mi.

También he añadido una fotografía como perfil, no soy yo, pero tal como muestra la fotografía, me veo reflejada en la mujer que aparece.

Una mujer que deja atrás un paisaje. Ese paisaje representa años de dolor, engaño, tristeza, ingenuidad…. Sí, ya lo se, también deja atrás años de alegrías, emociones, amor, pasión….

No podemos ver solo el lado malo de las cosas, reconozco que en un tiempo fuí feliz y que eso nunca debo olvidarlo, pero si me pongo a hacer un balance de las cosas buenas y malas que esta relación me ha dado, creo que las malas tienen mayor peso.

Como iba diciendo, la mujer de la fotografía deja atrás lo vivido, y en frente de ella , justo en frente aparece un sendero, frío, algo nuevo por recorrer en su vida.

El recorrido da sensación de libertad y el frío da sensación de miedo, miedo por lo que le puede esperar, miedo a lo desconocido.

Hoy una amiga mía, a partir de ahora se llamará Amiga Consejera (mi mejor amiga) me ha dicho: “Alma, tienes que escapar ya de todo esto. De una vez. Estás como el prisionero, que lleva a sus pies una bola enganchada y no puede avanzar por culpa del peso que le causa”.

Y que razón tiene, hemos caído en una monotonía que hasta seguir viviendo juntos es ya una costumbre, como si se tratara de comprar el pan a diario. Seguimos juntos esperando que caiga una estrella del cielo para salvar la relación.

Estoy en ese momento en que a uno le quitan la venda de los ojos y se da cuenta de la realidad. Uno es consciente de que ha estado varios años sin ver, más bien sin querer ver.

Y es que el amor es ciego….. hasta que viene la decepción.

Decepción por ver que no era lo que esperabas, que aún así sabiendo que te están engañando haces oídos sordos y por qué no, ojos ciegos.... y lo vas dejando pasar.

Cuando te das cuenta han pasado varios años, y eso es lo que no me perdono a mí misma. He consentido mucho y solo por una razón, porque le quería y porque pensaba que algún día volvería a ser como siempre.

Esa decepción de la que hablo me ha llevado al completo desamor, al desencanto y al desengaño, es la que me ha abierto los ojos.

Y cada vez más, me convenzo que quiero recorrer ese sendero, aunque sea frío, solo hace falta ponerme en marcha....