Armarios vacíos

No se por dónde empezar a contar todo lo que he sentido estos días desde la última vez que escribí. No se cómo definir mi estado de ánimo, siento tantas cosas y a la vez tantas contradicciones que me resulta difícil poner orden en mi cabeza y más difícil todavía reflejarlo en un blog.

He llorado y mucho, pero me imagino que esto pasará, más de una persona me ha dicho que tengo que pasar “el duelo de la ruptura”, que voy a pasar por varias etapas hasta que por fin me encuentre realmente a gusto sin tener miedo al pensar que me he quedado sola.

No soporto estar sola en mi casa, esas horas en las que el principito ya duerme y noto el silencio del hogar. Y no lo entiendo porque últimamente cuando vivía con “la persona del pasado” prácticamente me pasaba el día sola, le veía en breves momentos del día, incluso había algún día que ni pasaba por mi casa. Sabíamos que nos separaríamos, estaba ya más que hablado y creo que por su comportamiento hacia mí yo ya estaba decidida a dar el paso de la ruptura.

Pensaba que esto sería cuestión de dos días tontos, de alguna lagrimilla y poco más. Pero no ha resultado así, me cuesta desprenderme de todos estos años a su lado, y de hacerme a la idea que nunca más conviviremos juntos.

Hay momentos en los que deambulo por mi casa.
Armarios vacíos, dolor de verlos tan vacíos, sus cosas van desapareciendo poco a poco, su rastro se va borrando. Y entonces es cuando me vienen todos esos años de recuerdos, y pienso en por qué todo no ha resultado ser más fácil…sus ausencias, su alejamiento hacia mí, sus reservas, todo eso fue lo que hizo empeorar las cosas y por mi parte fue la desconfianza hacia él.

Armarios vacíos, volverán a llenarse algún día?